La creatividad

No debía de caerle yo muy bien, porque, después de otras tantas impertinencias, esta persona me hizo la siguiente pregunta: “¿A que tú te crees la persona más inteligente de esta mesa?” Estábamos en efecto sentados a una mesa, como cuatro personas solamente, y pude contestar enseguida, entre la intuición y el trabajo previo. Dije: “Para nada. Como mucho puede que sea la persona más creativa.”

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